Cómo perdonar a los padres
El perdón como camino
El perdón parece un paso imprescindible en cualquier trabajo de crecimiento personal. No perdonar supone cerrarse a la posibilidad de ser espiritual. A la “sanación” que esperamos obtener. Especialmente si el objeto del perdón son los padres. En muchas terapias el perdón conlleva una catarsis que libera. ¿Pero cuánto tiempo tardan en volver los síntomas?.

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Perdono pero no olvido
Siempre repito lo mismo, pero es cierto. Para que la persona pueda liberarse de patrones negativos para su vida, es necesario que exista coherencia. Coherencia entre el pensamiento, sentimiento y acción. Y para que haya coherencia la mente consciente tiene que entender lo que está pasando. Porque la mente consciente no se lo cree todo. Y hace bien.
Como dije en el artículo anterior, hay situaciones vividas que no es tan sencillo perdonar. A no ser que la persona haya alcanzado unos umbrales de trabajo personal que rocen la iluminación. Llevo muchos años en este sector, y siento decirlo pero no he conocido a ningún iluminado. Nadie lo estamos. Lo único que intentamos es meterle un poco más de conciencia a los acontecimientos diarios.
Con esto lo que quiero decir es: no es tan sencillo perdonar a una madre que abandona. No es tan sencillo perdonar a un violador. Hay casos que han marcado sistemas familiares enteros, que necesitan ser compensados. El perdón para estas almas no tienen sentido, cuando el honor de los ancestros y su dignidad está pisoteada. Lo que necesitan son hechos. Que sea devuelta su dignidad. Forma parte del proceso. Porque lo que importa no es el perdón, es la aceptación.
Me recomiendan que perdone a mis padres, ¿cómo lo hago?
En la técnica de constelaciones familiares, vemos que perdonar a los padres no es beneficioso para los hijos. Los padres representan el origen de la vida, y perdonarles está implicando que se ha realizado un juicio sobre ellos. Al juzgar a los padres, nos juzgamos a nosotros mismos.
Si seguimos la escuela del perdón, nos estamos colocando en una situación de superioridad hacia ellos, que genera siempre sensación de vacío. Nuestro inconsciente interpreta que somos nosotros los encargados de salvar a los padres. Tenemos que dar, en lugar de recibir de ellos.
A los padres no se les perdona. Se les acepta, que ya es bastante. Y la aceptación es un proceso. La mente consciente necesita entender lo que muestra la mente inconsciente, durante la evolución del trabajo espiritual. Esta transformación lleva un tiempo.
Y luego…
Podemos afrontar la vida con responsabilidad: cuando soltamos la necesidad de que nuestros padres sean como nosotros queremos, nos quieran como nosotros necesitamos. Afrontar la vida con madurez emocional quiere decir: aceptar que ellos nos dieron en la misma medida que han recibido. Pero como he dicho, para poder liberar los patrones de desamor con los padres tiene que haber coherencia. Entre la comprensión, la sensación y el hecho.
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