Cómo superar la crisis económica
La crisis económica que estamos viviendo a nivel mundial está marcando el presente de muchas familias.
En éste periodo de desarrollo de la humanidad nos encontramos con la tan temida y mencionada crisis económica.
A nivel del inconsciente nos encontramos siempre el importante valor que tienen las palabras. Todo lo expresado por los ancestros, produce en muchos casos una condena en los descendientes. Estos decretos conducen a repetir patrones que les llevan a un destino difícil.
El miedo suele ser el detonante que conduce al fracaso.
La sola palabra, crisis, lleva implícita la sensación de catástrofe y caos, de sufrimiento y pérdida de la esperanza. Pero esto no tiene por qué ser así. No estamos castigados, ni tenemos que pagar nada. Hasta aquí estamos todos de acuerdo conscientemente.
En consulta, vemos constantemente que inconscientemente no suele ser así. En el día a día las personas tienden a repetir situaciones que les muestran que están muy lejos de alcanzar el triunfo que se merecen.
Para poder librarnos de ésta sensación de crisis económica, lo mejor es trabajar la raíz del problema. El origen suele estar en el inconsciente. Si tratamos la causa del problema en el mismo lugar donde se produjo, obtenemos la liberación del patrón consciente.
Podemos liberarnos de las pautas y patrones de nuestro sistema familiar de origen y lo que vivieron nuestros ancestros. A veces no solo tratamos nuestro inconsciente familiar. Entramos a trabajar determinados procesos históricos del país de origen de la persona. Los hechos a nivel social del inconsciente colectivo.
Porque la tan temida crisis económica, la estamos viviendo en honor a nuestro inconsciente social.
UN POCO DE HISTORIA
En la historia de España más reciente, nos encontramos con hechos que se están repitiendo hoy en día.
El objetivo de este artículo no es el de generalizar, ni entrar en ideas políticas.
Durante los comienzos del siglo XX España estuvo dominada por la nobleza, el clero y los terratenientes.
En muchos casos, los trabajadores no tenían derecho a nada, más que a trabajar de sol a sol. No disfrutaban de beneficios, estaban muy mal pagados.
Lo normal era que las familias tuvieran una gran cantidad de hijos, a los cuales tenían que ver pasar hambre. Los abusos de los dueños de las tierras, fábricas, empresas, eran repetitivos.
Todo esto llevó a la Segunda República con el exilio voluntario de Alfonso XIII. Con la llegada de la Segunda República, el pueblo pensó que todo iba a cambiar. Pero no era tan sencillo, ya que aquellos que tenían el poder no querían desprenderse de él.
Los partidos políticos no apoyaban a los trabajadores. En algunos casos se vieron atados de pies y manos, y en otros inmersos en la corrupción.
La antesala de la Guerra Civil
Han pasado a la historia los famosos y trágicos sucesos de Casas Viejas. Trabajadores de la tierra, pertenecientes a sindicatos, fueron masacrados por la Guardia Civil en nombre de la República.
Se sometía a castigos desproporcionados a todos aquellos que se querían rebelar en contra del sistema. Las revueltas sociales fueron el resultado de la crisis económica y de una profunda sensación de injusticia.
Las clases pudientes fueran miradas con malos ojos por el proletariado. Se cometieron asesinatos en los que pagaron justos por pecadores por partes de ambas clases sociales.
Los sindicatos iniciaron la huelga general revolucionaria de 1934, en donde se vieron involucradas ciudades y villas de Castilla y León, y Valladolid. Pero los sucesos más serios ocurrieron en Asturias y Cataluña.
El caos y la barbarie dentro del España, dirigieron con paso firme la guerra civil española. Después de tres años de horror y muerte, se acabó reponiendo el poder a los terratenientes, nobles y al clero.
SITUACIÓN ACTUAL
Fueron nuestros, padres, abuelos, o bisabuelos los que lo vivieron esos años de horror y han quedado grabados en nuestros inconscientes.
Después de este brevísimo repaso de la historia reciente de España, veamos cual es la situación actual.
Estamos gobernados por lo mismo que ya gobernó a nuestros ancestros:
-La nobleza: con el actual Felipe VI a la cabeza. Siguen disfrutando de privilegios y derechos que están muy por encima de la clase trabajadora.
-El clero: por todos es conocido las concesiones que le hace el estado a la iglesia.
-Los terratenientes: que en muchos casos lo siguen siendo. En otros ha sido cambiado, por banqueros y políticos, en donde prevalece la corrupción, el abuso y la sed de poder.
-La clase trabajadora cada vez tiene menos derechos: explotados en el mejor de los casos, para poder llegar a fin de mes. Y en el peor de los casos, pasando penalidades. No hay más que ver el índice cada vez más alto, de pobreza infantil en España.
Estamos sometidos a la información pésima y angustiosa de la televisión. Con su política de miedo y horror que se clava en el inconsciente como un puñal por la espalda. Crisis y más crisis. Crisis para la clase media- trabajadora, porque para las clases altas no hay crisis.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA SALIR DE ESTO?
Muchas personas son partidarias de manifestarse y gritar en contra del gobierno y sus secuaces. Alzan la voz en contra del sistema político, y tratan de crear justicia para el pueblo.
Se realizan manifestaciones pacifistas, que se acaban convirtiendo en violentas. Muchas veces provocadas por la propia autoridad a través de sus órdenes a los cuerpos de seguridad nacional. Otras por individuos enardecidos con sed de venganza.
“Democracia”: no hay mayor engaño que el de hacer creer al pueblo que son ellos los que eligen.
Desgraciadamente el sistema actual de democracia externamente no se puede cambiar. Es sólido, firme, manda el dinero, y los valores son desechados. No sirven.
Por mucho que se produzcan manifestaciones, sean las que sean da igual. Ir a votar tampoco sirve de nada. Siento ser tan cruda y realista. Es así: el poder corrompe a todos, y al que no lo corrompe se lo lleva a la tumba. No hay ningún mesías externo que pueda llegar y cambiar las cosas desde fuera.
Las armas tampoco son la solución para cambiar nada. Ahí tenemos el ejemplo de las guerras. El odio siempre engendra más odio.
No podemos cambiar nada. Sólo a nosotros mismos. Como dijo el sabio Mahatma Gandhi: “Si quieres cambiar el mundo, cámbiate primero a ti mismo”.
Si cada ser humano entendiera que ningún mesías externo puede cambiar las cosas desde fuera. El verdadero poder está en nuestro corazón, en lo más profundo de nuestra alma…
Si cada persona tratara de cambiar a un nivel profundo, cambiando el lenguaje y el patrón. Esas creencias que nos apartan de la humanidad y nos conducen a la animalización.
Si cada uno de nosotros pudiéramos acercarnos a lo que realmente somos. Si pudiéramos comprender que cada vez que damos es a nosotros a quienes damos…
Si cada adulto cambiara internamente, lo que no le gusta del mundo que contempla…
Si cada madre, padre, llegáramos a sanar profundamente nuestro inconsciente, estaríamos cambiando el inconsciente colectivo, estaríamos cambiando el mundo.
Para esto tenemos esta preciosa herramienta que es las Constelaciones familiares, donde podemos cambiar nuestro inconsciente. A través de nosotros, el inconsciente familiar, y a través de éste, el inconsciente colectivo y por lo tanto, el mundo.
Consulta el siguiente artículo sobre la abundancia: Cómo solucionar problemas laborales
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